Luke 7:37-39

37Y he aquí, había en la ciudad una mujer que era pecadora, y cuando se enteró de que Jesús estaba sentado
Lit., recostado
a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume b;
38y poniéndose detrás de Él a sus pies, llorando, comenzó a regar sus pies con lágrimas y los secaba con los cabellos de su cabeza, besaba sus pies y los ungía con el perfume. 39Pero al ver esto el fariseo que le había invitado, dijo para sí
Lit., para sí diciendo
: Si este fuera un profeta
Algunos mss. dicen: el profeta
,
e, sabría quién y qué clase de mujer es la que le está tocando, que es una pecadora.
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